El Yoga es una manera divertida de enseñar a los niños a relajarse y a conectarse mejor con ellos mismos y con su entorno. Su práctica es muy beneficiosa para niños de todas las edades ya que al no ser un ejercicio de competición, disminuye la agresividad y ayuda a desarrollar la capacidad de concentración.
Para aquel niño que es inquieto o ansioso, el curioso o el activo, resulta una manera de canalizar su energía y su estrés, cada vez más común en edades tempranas, y va en aumento en esta época que nos está tocando vivir.
Para el calmado y menos activo, le ayuda a activar su cuerpo, a reafirmar su autoestima; para ambos es una oportunidad de aprender jugando, de reconocer y ejercer sus propios talentos. Es una terapia maravillosa para niños con algún tipo de problema de atención, depresión, problemas psicomotores, etc.
Esta atmósfera de calma y bienestar es muy favorable para el desarrollo físico y emocional de nuestros hijos, ya que les ayuda a relajarse y divertirse. Gracias a su flexibilidad y sentido del equilibrio, les resulta muy fácil adoptar las distintas posturas. Los niños son capaces de abstraerse totalmente del mundo que les rodea y concentrarse totalmente en el juego, los cuentos y las canciones.
Además, gracias a la práctica de yoga para niños aprenden a respirar de forma correcta y profunda por medio de la respiración abdominal, esto es, con la nariz y la barriga. Esta técnica mejora el funcionamiento del aparato respiratorio y calma la mente, porque cuanto más tranquila y regular es la respiración, más se serenan los pensamientos.
Durante las sesiones de Yoga, los niños realizan juegos, asanas (posturas inspiradas en elementos de la naturaleza como animales o plantas) a través de cuentos infantiles, mandalas, trabajos con la respiración y meditaciones, y así un largo etcétera de actividades dedicadas a desarrollar la creatividad de los niños, y a entrar en sintonía con su propio cuerpo.Para practicar los ejercicios, el niño debe llevar ropa cómoda, un par de calcetines o con los pies descalzos. Una vez aprendidos los ejercicios, se pueden practicar en casa: por la mañana, para prepararse y afrontar el día con energía; por la noche, para favorecer la relajación y descargar tensiones.
YOGA PARA NIÑOS DE 3 A 7 AÑOS
A esta edad, el niño aprende a concentrarse en su cuerpo y a no perder su flexibilidad innata. El cerebro necesita juego y movimiento para desarrollar plenamente el intelecto. En las clases para niños de 3 a 7 años, se explican cuentos, mediante los cuales los pequeños se convierten en animales y símbolos de la naturaleza. De este modo, a través del juego, se les enseña a respirar y a relajarse. Las canciones también forman parte de las clases de los más pequeños, así como pintar o hacer mandalas con diferentes elementos.
YOGA PARA NIÑOS DE 8 A 12 AÑOS
Entre los 8 y los 12 años, los niños tienen mayor capacidad de concentración. Durante esta etapa del crecimiento, el yoga ayuda a equilibrar el sistema hormonal y contribuye a aplacar el mal humor. Un niño que practica yoga pasará una adolescencia más equilibrada.
En estas clases, se hacen posturas para enseñar al niño una correcta postura corporal, al tiempo que se realizan ejercicios de respiración y relajación. También se trabaja la concentración para fomentar el silencio interior y estimular la creatividad de los pequeños, aportándoles seguridad y autoestima.
En general, los principales beneficios del yoga para niños en todas las edades son los siguientes:
- Canaliza la energía física.
- Mejora en los hábitos de la respiración.
- Fomenta el compañerismo y la amistad.
- Promueve el respeto hacia el medio ambiente, la paz y el amor
- Baja en el nivel de estrés infantil, favorece la calma y relajación.
- Mejora el rendimiento escolar, la atención, concentración, memoria e imaginación.
- Da una mayor estabilidad emocional, ayuda a superar frustraciones e inseguridades.
- Desarrolla una gran autoestima, conectándose más profundamente con el yo interior.
- Mejora la flexibilidad y posturas corporales, aumenta la fuerza, coordinación y resistencia.
- Permite a los niños filtrar los mensajes violentos procedentes de la televisión y de los juegos interactivos (videojuegos)
En definitiva, el Yoga está hecho para todos los niños de todas las edades, para ayudarles a sobrellevar situaciones estresantes como la que estamos viviendo actualmente, y para que aprovechen mejor su día a día desde un punto de vista de relajación y optimismo, con una autoestima fuerte.
Te animo a que practiques Yoga con tu hijo/a, y así paséis tiempo de calidad juntos, a la vez que ponéis a tono vuestro cuerpo y mente.
¡NAMASTÉ!
Ariadna Celada, Psicopedagoga y Profesora de Yoga Infantil y en Familia.
Montessori Majadahonda.