Hoy vengo a hablaros de las rabietas, esas grandes desconocidas, pero por las que todos los niños y niñas han pasado, con mayor o menor intensidad.
Te pongo en situación, vas a hacer la compra con tu peque, y te pide que le compres una chuchería, pero es casi la hora de cenar y le dices que no, se lo explicas…y es entonces cuando de repente tu peque se pone a gritar, a llorar, se tira al suelo…¿te suena? No, no es que tu peque sea caprichoso/a, sino que está expresándose, lo que sucede es que aún es pequeño/a y no sabe hacerlo de la manera en que lo hacemos los adultos, y ¿por qué no? A lo mejor ha tenido un mal día (también tienen derecho a tenerlos)
Los niños son emociones puras, lo que pasa es que aún no saben cómo gestionarlas, y lo más “sencillo” para ellos es llorar o gritar. Pero…. ¿Qué hacemos ante esa situación? ¿Qué NO hacemos? ¿Qué es una rabieta? Sigue leyendo, y te lo cuento.
Una RABIETA es una manifestación de ira o frustración consecuencia de situaciones que escapan al control del niño/a y de la dificultad para expresar una necesidad o deseo muy importante para nuestro/a hijo/a. Es una fase normal dentro del desarrollo evolutivo, incluso tiene un aspecto positivo si somos capaces de ayudarles a canalizarlo adecuadamente. ”. Las rabietas son típicas de un niño de entre uno y tres años aproximadamente, que se frustra fácilmente y que aún no sabe expresarse con propiedad, aunque puede darse hasta los 5 años (calma, cada vez irán a menos)
Esta fase en su desarrollo, le va a ayudar a ir aceptando los límites y normas, así como ir aumentando su autocontrol y su tolerancia a la frustración, por tanto mejor no eliminarlas, sino aceptarlas.
A diferencia de los adultos los/as niños/as tan pequeños no tienen medios para gestionar la frustración, ni de comunicar sus deseos. Además en los niños entre 2 y 5 años, existen dos características fundamentales que van a influir negativamente en el proceso de regulación, por un lado, la existencia de un gran egocentrismo (se consideran el centro del mundo) que les lleva a demandar atención, y por otro lado, están en la etapa del NO, resistiéndose a que los padres/madres les introduzcan normas y límites; por tanto manifiestan su malestar con rabietas como medio de expresar lo que sienten.
¿CÓMO PREVENIRLAS?
- Mantener dentro de lo posible, las rutinas, horarios y ritmos de descanso, alimentación o sueño. (Tened en cuenta que es su manera de organizarse, los peques no tienen reloj ni calendario solo se rigen por las rutinas, y todo esto, les tranquilizará saber lo que va a ocurrir a continuación).
- Intentar dar explicaciones cortas y claras de lo que no puede hacer, tocar…, antes que el NO rotundo.
- Darle a elegir entre 2 alternativas dentro de lo aceptable.
- Avisar al niño con tiempo antes de darle una orden, por ejemplo 10 minutos antes de bañarlo, acostarlo, quitarle el móvil o la tablet…
¿CÓMO ACTUAR DURANTE UNA RABIETA?
- Tranquilidad y serenidad. No valen castigos ni gritos. Los alterará aún más.
- Validar sus emociones, y ponerle nombre: Sé que estás enfadado…
- No va ser posible razonar con ellos/as en esos momentos, por tanto, usa frases cortas con las razones o la explicación del porqué, y repítele siempre la misma frase.
- No decir NO, y después ceder a las peticiones del niño. Solo conseguiremos que se refuercen y se repitan más veces.
- Hay ocasiones en que las rabietas son muy destructivas llegando a pegarnos, romper cosas o incluso autolesionarse, deberemos mirar por su integridad física, contenerle, sujetándole para evitar que se haga daño e intentar tranquilizarlo con mensajes claros como: *Estás muy enfadado/a, lo sé y te entiendo. *Se te pasará, debes tranquilizarte. *Cuando esté más tranquilo/a podemos hablar de lo que te pasa
DEMOSTRARLE QUE LE ENTENDEMOS Y QUE NO ESTÁ SOLO EN ESTA SITUACIÓN, PERO NO ES BUENO QUE MANIFIESTE SU FRUSTRACIÓN Y RABIA DE MANERA AGRESIVA.
Sobre todo tener en cuenta que para el niño/a es una situación desagradable (rabia, frustración…) que no entiende y que no sabe cómo gestionar. Por tanto, debemos, una vez que pase, hacerle sentir que estamos ahí y que le vamos a ayudar a gestionar estos sentimientos, explicándole, que le entendemos y que nosotros también tenemos sentimientos de este tipo, pero los canalizamos de otra manera.
¿QUÉ NO HACER CUANDO NUESTRO HIJO TIENE UNA RABIETA?
- Ignorar o ceder ante la rabieta.
- Estresarte y enfadarte con tu hijo.
- Exigir al niño que se disculpe cuando termina de llorar
- Intentar hacer que el niño se calle por las malas (agresión física o verbal)
- Razonar con el niño en el momento de la rabia (cuando se calme sí lo haremos)
¿CÓMO PODEMOS AYUDARLES EN ESTA GESTIÓN EMOCIONAL?
1. Creemos espacios diarios donde puedan expresarse con libertad y compartir todo aquello que sienten, necesitan o les preocupa. Momentos llenos de confianza donde nos mostremos empáticos y comprensivos con todo aquello que nos explican.
2. Enseñémosles a escuchar y comprender todo aquello que sienten. A etiquetar las emociones para que puedan adueñarse de ellas y legitimarlas, aprendiendo a regular sus efectos desde la calma y la reflexión.
3. VALIDEMOS cada una de sus emociones sin juzgarlas. Sintonizando con ellos y potenciando el autoconocimiento y la autorregulación.
4. Expliquémosles que no hay emociones buenas ni malas, todas son necesarias. Ayudémosles a potenciar las emociones agradables a través de actividades que les generen alegría: jugar, cantar, la práctica deportiva… Potenciemos mucho su automotivación e iniciativa personal.
5. Acompañémosles desde el RESPETO y la CALMA con miradas que entiendan, con abrazos que arropen, con besos que reconforten. Respetemos ritmos y valoremos todos los esfuerzos.
6. Enseñémosles a ser agradecidos, a interesarse por los que los otros sienten, a escuchar activamente.
7. Establezcamos límites claros, concretos y estables que les proporcionen seguridad y protección. Reforzando las conductas positivas y ayudándoles a reconducir las poco acertadas.
8. Seamos un modelo positivo en la gestión de nuestras propias emociones compartiendo con ellos lo que sentimos de manera saludable, con actitud positiva, mostrándoles nuestras herramientas de autorregulación emocional.
9. Estemos siempre atentos a las señales de alarma que nos informan que algo no va bien. Las rabietas, los lloros, los enfados constantes nos avisan que hay emociones no resueltas que nuestros hijos necesitan solucionar.
10. Utilizar recursos como CUENTOS, CORTOS, PELÍCULAS…sobre las emociones o Inteligencia Emocional.
A continuación os dejo los títulos de algunos cuentos que os pueden ayudar para que los peques entiendan las emociones y las rabietas:
Si crees que necesitas asesoramiento, o acompañamiento en el proceso de crianza de tu peque, estoy a tu disposición para ayudarte/acompañarte en lo que necesites. No dudes en escribirme: Montessori.majadahonda@gmail.com o llámame: 658 047 288.